Y finalmente...

Las cosas en Lima están como cañón con el único contratiempo (literalmente) que no me alcanza el tiempo para nada. Yo que pensé que venía a relajarme y a ver televisión... no tengo tiempo ni para jugar golf!
Entre las innumerables clases de música, deporte y demás manualidades, y entre reuniones con amigos propios y extraños, el tiempo lo estoy llevando con agenda, como nunca antes.
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