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miércoles, enero 10, 2007

Salam Aleikum (o como se escriba)


Arabia Saudita, tierra de Lawrence, de Osama, de Abdul Azis, y de otras perlas. Shock cultural, me quedaba claro desde antes. Un viaje tan interesante como alucinante. Nunca pensé que podría sobrevivir dos semanas sin alcohol (prohibido por ley), sin chicas (todas cubiertas completamente por un velo negro) y sin discotecas (no hay ni cines, va a haber discotecas!).
Sin embargo, no sólo sobreviví sino que la pasé bien, en un viaje muy diferente. 30 amigos. Todos invitados por el Príncipe Faisal y otros miembros de la realeza quienes nos trataron literalmente como si fueramos de la famila (Real). Viajes en jets privados, hospedajes en Palacios, cenas en el desierto, discusiones con intelectuales, fundamentalistas, etc.
He aprendido mucho del islam, del estilo de vida de los musulmanes y del arraigo de la religión en su día a día. Está claro que viviendo ahí me pego un tiro al día 3.