28 de rompe y raja

Se celebró como se debe, con todas las de la ley. Mucho pisco, gran escenario, excelente música y mejor compañía conjugaron en una celebración como en aquellas épocas. Nos fuimos un grupito muy simpático a Los Cóndores, para lo cual alquilamos un bus para poder hacer el escándalo que quisiéramos. Y no decepcionamos al regreso al poder interpretar, a garganta suelta y poca verguenza, los mejores hits de Chabuca, Oscar Avilés y una otra ranchera escurridiza.
Como no podía terminar en eso, un par de valientes nos fuimos a La Oficina, y los menos (pero más) acabamos finalmente en el Cohiba. Grande 28!!